GODZILLA HA VUELTO, Y NO ESTÁ SOLO

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Hace unos años, Hollywood se inventó el término reboot, que significa volver a comenzar una saga cinematográfica desde 0. Para entendernos, un reboot es lo que siempre hemos llamado remake, pero parece que los ejecutivos de cine se sienten más cómodos con esta nueva palabra, y desde entonces los hemos visto de todo tipo: algunos buenos como la nueva “Star Trek” o “El Origen del Planeta de los Simios” y otros muy malos como “Pesadilla en Elm Street (2010)” o “El Planeta de los Simios” de Tim Burton.

Es mejor rehacer una película mala con potencial que intentarlo con algún clásico, y lo que es aún mejor es hacer un remake de una peli horrible, ya que, casi seguro, todo cambio será una mejora y esto es lo que han hecho en Warner Bros: una nueva película de Godzilla. La última versión, estrenada en 1998, es una de las peores películas comerciales de los últimos 20 años; copiaba descaradamente a “Parque Jurásico”, los personajes y la historia eran ridículos, los efectos especiales mediocres y no se veía nada porque casi toda la peli era de noche y llovía… en fin, todo un desastre que pedía a gritos una actualización.

Pero este nuevo “Godzilla” no es exactamente lo que la gente se espera. El director ha intentado mantenerse fiel al espíritu de la original japonesa de 1954 y a sus secuelas, y también ha dado a los protagonistas humanos la misma importancia, o incluso más, que al lagarto gigante.

La historia empieza en Japón, en una central nuclear, donde trabaja el matrimonio Brody (el mismo apellido que la familia de “Tiburón”), interpretados por Bryan “Breaking Bad” Cranston y Juliette Binoche. La desgracia no se hace esperar y una fusión del núcleo acaba con la vida de la mujer. Pasan 15 años y el viudo, a quien todos, incluso su hijo, toman por loco, piensa que la catástrofe no fue accidental y se dedica de forma obsesiva a investigar lo sucedido. Finalmente descubre que la causa fue la existencia de tres monstruos radiactivos (Godzilla y otros dos, llamados Mutos), que han permanecido ocultos en las profundidades de la tierra durante millones de años y ahora, atraídos por la radiación, han vuelto. Los Mutos quieren procrear, Godzilla quiere cazarlos y eliminarnos y los humanos estamos en medio de esta batalla de colosos.

Como las primeras películas japonesas de Godzilla, es una historia de monstruo contra monstruo, no de personas contra monstruo, y esto me gustó; es una peli de criaturas gigantes, así que mejor que haya 3 en lugar de sólo 1. Además, los enfrentamientos de los monstruos son espectaculares y bastante breves, otro acierto. En lugar de dos horas de bichos peleando sin parar, lo que ocurría con “Pacific Rim” y acababa aburriendo, te deja con ganas de más, toda una virtud en el panorama actual de la súper producciones. Así que la parte de los monstruos muy bien, la de los humanos… no tanto.

El verdadero protagonista es el hijo, un soldado americano, que está con su padre en Japón cuando todo ocurre e intenta volver a San Francisco junto a su esposa e hijo donde, vaya casualidad, tendrá lugar el enfrentamiento final de los monstruos. Este personaje resulta bastante poco interesante, es demasiado frío y apenas cuenta con minutos de metraje con su familia para que conectemos con él y su odisea personal. El personaje que sí atrapa al espectador, y con el que realmente se empatiza, es el de Bryan Cranston, pero desparece de la historia tras la primera media hora, dejándonos bastante solos, y un poco aburridos, durante el resto de la película, salvo cuando Godzilla anima la función.

Lo que queda es una buena película de monstruos, muy bien rodada y con grandes escenas, como el primer ataque en Hawái o el salto en paracaídas de los soldados, pero que flaquea mucho en los personajes. Vaya peliculón podría haber sido si el padre nos hubiera acompañado durante todo el metraje…

Las (verdaderas)10 películas más exitosas de la historia

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Cuando se habla de las películas más exitosas de la historia del cine, pensamos en “Avatar”, “Los Vengadores” o “Titanic”, pero esto es correcto sólo a medias. El precio de una entrada de cine ha ido subiendo año a año desde siempre, por lo que no es lo mismo que una peli recaudara 150 millones de dólares en 1954 que en 2013; la del 54 habrá vendido más entradas, muchas más.

Desafortunadamente, muy pocos países guardan registros de históricos de la afluencia al cine. España, por ejemplo, sólo tiene datos de las últimas décadas. Estados Unidos sí conserva esta información y resulta muy representativa, y también muy sorprendente.

Estas son las 10 películas que más entradas han vendido en Estados Unidos y la recaudación que supondrían esas entradas a día de hoy, en millones de dólares (USD). Para situarnos, “Avatar”, la película más taquillera de la historia, ocupa el puesto 14 de la lista con 774 millones USD, detrás de Ben-Hur, (780 millones USD).

10. Blancanieves y los Siete Enanitos (867 millones USD. Estreno 1937). Esta fue la primera película de animación de la historia y de los estudios Disney, y  todos, hasta los Gremlins, acudieron en masa a los cines a verla. Puede que no sea la mejor de la casa; los enanitos son inolvidables pero Blancanieves y el Príncipe son unos personajes bastante aburridos. Sin embargo, sólo por ser la primera merece la pena verla y es que sin esta película no habríamos tenido “La Bella Durmiente”, “101 Dálmatas”, “La Sirenita”, “La Bella y la Bestia” y muchas otras joyas con las que todos hemos crecido.

 

9. El exorcista (880 millones USD. Estreno 1973). Por muchos considerada la película más terrorífica de la historia y, sin duda, una de las mejores de su género. Fue un auténtico fenómeno sociológico el año de su estreno y estuvo nominada a 10 Óscars, ganando al mejor guión, todo un logro para une película de terror. Las continuaciones son muy malas y ninguna hace justicia a esta perturbadora obra maestra con una banda sonora inolvidable.

 

8. Doctor Zhivago (988 millones USD. Estreno 1965). Drama épico romántico ambientado durante la revolución rusa. Uno de los últimos peliculones del Hollywood más clásico; en los 70 ya se dejaría de hacer este tipo cine. Además de arrasar en la taquilla, consiguió cinco Óscars. Su director, David Lean, ya había dirigido antes clásicos del calibre de “Lawrence de Arabia” y “El Puente Sobre el Río Kwai”, por lo que aquí ya sabía muy bien lo que se hacía y acertó de pleno.

 

7. Tiburón (1.019 millones USD. Estreno 1975). Para mí, la mejor película de Steven Spielberg. Antes de “E.T.”, “Indiana Jones” y “Parque Jurásico”, estuvo “Tiburón”, que llenó los cines y vació las playas en 1975. El rodaje fue un desastre, Spielberg estuvo a punto de ser despedido varias veces y el tiburón no funcionaba nunca, lo que forzó al joven director a mostrar al animal lo menos posible, creando un suspense a la altura del mismísimo Hitchcock. La inolvidable banda sonora, del gran John Williams, es, posiblemente, la más reconocible de toda la historia del cine.

 

6. Los Diez Mandamientos (1.042 millones USD. Estreno 1956). Una de las grandes películas épicas de la época dorada de Hollywood. Casi 4 horas espectaculares en las que se cuenta la bíblica historia de Moisés. Charlton Heston, en su pleno apogeo, demuestra por qué fue el héroe por excelencia de este tipo de cine y de esta época, en la que las grandes superproducciones se hacían en los sets de rodaje, no en oficinas con discos duros y programas informáticos.

 

5. Titanic (1.078 millones USD. Estreno 1997). En su día fue la película más cara de la historia con un presupuesto de 200 millones USD y todos esperaban un gran fracaso, pero este colosal drama romántico de James Cameron conectó con el público de una manera que no se veía en décadas; millones de personas fueron a verla varias veces. Ganó 11 Óscars, récord que comparte con “Ben-Hur” y “El Retorno del Rey”. Aunque muchos critican su guión, que no es perfecto, ni pretende serlo, es una película espectacular y “grande” desde el primer minuto.

 

4. E.T. (1.129 millones USD. Estreno 1982). No podía faltar. Una de las mejores películas con niños, que no infantil, de la historia del cine. La historia de Elliot, un niño con problemas en casa que se hace amigo de un alienígena perdido llega al corazón de niños y adultos por igual. La música es inolvidable, la escena de la luna icónica y Spielberg está aquí en plena forma detras la cámara. Quien no haya llorado con esta película cuando era pequeño no tiene corazón, así de simple.

 

3. Sonrisas y Lágrimas (1.133 millones USD. Estreno 1965). Este melodrama sobre una novicia, interpretada por Julie “Mary Poppins” Andrews, que ayuda a un padre viudo a criar a sus 7 hijos, y de paso redescubrir el amor, en la época de los nazis a golpe de canción arrasó en las taquillas y ganó 5 Óscars. Quizá es la que peor ha aguantado el paso del tiempo de esta lista, pero en su época fue un bombazo.

 

2. La Guerra de las Galaxias (1.4 17 millones USD. Estreno 1977). El inicio de la saga cinematográfica más popular de la historia del cine ocupa el segundo puesto y no hay que olvidar que en el momento de su estreno nadie daba un duro por ella; los actores eran desconocidos y la historia era rara para la época, pero enganchó al público de un modo nunca visto hasta entonces. Las otras cinco de la saga fueron también muy exitosas, pero ninguna se aproxima a la original. La que más se le acerca es “El Imperio Contraataca”  con 781 millones USD, un poco más de la mitad.

 

Y la gran triunfadora es…

1. Lo que el Viento se Llevó (1.608 millones USD. Estreno 1938). Esta monumental película épico-folletinesca de 4 horas de duración es la campeona indiscutible. Según esta cifra, la historia de Scarlett O´Hara llevó al cine a más del doble de espectadores que “Avatar”, lo que significa que prácticamente TODO EL MUNDO fue a verla. Y no sólo fue un éxito de taquilla; ganó ocho Óscars. Nadie debería dejar de ver esta película; es enorme, un auténtico peliculón de las que ya no se hacen.

 

WOODY ALLEN Y JOHN TURTURRO, CHULO Y PROSTITUTO EN “APRENDIZ DE GIGOLO”

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John Turturro es un tipo interesante y con mucho carisma. Puede que muchos no conozcan su nombre, pero a la gran mayoría sí les sonará su cara. Y es que este actor de Brooklyn es un secundario habitual del cine de Scorsese, de Spike Lee y de los hermanos Coen; su personaje de Jesús es en la maestra “El Gran Lebowsky” tiene una de las mejores, y más inolvidables, presentaciones de la historia del cine al ritmo de los Gipsy Kings.

Pero Turturro no se limita a este cine de autor, sino que también se ha dejado ver en las películas de “Transformers” y en varias comedias de Adam Sandler. Vaya, que se ve que le gusta trabajar y se atreve con lo que le echen. También ha escrito, dirigido y protagonizado alguna película independiente, labores que vuelve a repetir en la comedia “Aprendiz de Gigolo”.

Turturro interpreta aquí a Fioravante, un florista judío de Brooklyn que, a pesar de no ser atractivo, por lo menos en el sentido más literal de la palabra, siempre ha tenido cierto éxito con las mujeres. Su mejor amigo es Murray, un veterano librero que acaba de perder su negocio, interpretado por Woody Allen. Para salir del bache,  Murray convence a Fioravante de que trabaje como gigoló mientras que él se quedará con un porcentaje por cada clienta que le consiga. Las tres principales clientas que consigue  son Sharon Stone, que luce espléndidamente sus 56 años, la televisiva Sofia Vergara, como la imponente amiga de Sharon Stone y Vanessa Paradis, la ex mujer de Johnny Deep, que interpreta a una muy solitaria viuda ortodoxa judía a la que su religión y su barrio le imponen un estilo de vida muy estricto desde que perdió a su marido.

Así que tenemos a John Turturro como prostituto y a Woody Allen como su chulo: parece que la comedia está servida, pero no es así del todo y es que el director, sin abandonar la comedia, decide explorar el cine romántico con tintes dramáticos cuando su personaje comienza a enamorarse de la viuda. El primer encuentro de esta peculiar pareja, en la que él se limita a darle un masaje a ella, que no ha sido tocada por nadie desde que su marido muriera hace dos años,  es conmovedor y está muy bien interpretado. Pero esta historia de amor no está suficientemente desarrollada y se va al traste cuando se inmiscuye el insoportable policía judío del barrio, hasta llegar a un desenlace insatisfactorio e incoherente con todo lo que se ha visto hasta entonces.

Así que lo que queda es una correcta comedia con tintes románticos muy bien interpretada por sus cinco protagonistas, que consigue alguna risa en su parte cómica, pero que se queda bastante coja en el aspecto romántico, quedando todo a medio camino. La premisa y, sobre todo,  el elenco tenían potencial para una comedia pura disparatada y divertida y, quizás, es el camino que debería haber tomado este “Aprendiz de Gigolo”.

También quiero recomendar, la que para mí es la mejor película con Woody Allen no dirigida por él mismo: “Sueños de un seductor”. En ella, el genio neoyorkino es, como no podía ser de otra manera, un negado total con las mujeres  que sufre unas alucinaciones en las que el mismísimo Humphrey Bogart le da lecciones para convertirse en un auténtico seductor. Es divertidísima.