“OPEN WINDOWS”: VIGALONDO DESATADO

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Nacho Vigalondo se confirma como uno de los directores más originales e impredecibles de la actualidad con “Open Windows”, su nuevo trabajo como director y guionista. De momento, la taquilla no ha acompañando ni a esta ni a ninguna de sus películas, pero espero que la cosa cambie ya que, con tan sólo tres películas en su haber, este genio loco ya está en mi lista de directores a los que voy a ver al cine con muchas ganas.

Sobre su primera película, “Los Cronocrímenes”, hablo en el reportaje anterior de este blog y la disfruté muchísimo. Después vino “Extraterrestre”, una extraña comedia de invasiones extraterrestres que, al igual que “Los Cronocrímenes”, tenía muy pocos personajes y localizaciones. Ésta no me gustó tanto. Me pareció más bien un cortometraje alargado y nunca llegué a pillarle la gracia, pero no se puede negar que “Extraterrestre” intenta ser diferente, algo que siempre es digno de alabar. 

Con “Open Windows”, el director cántabro pasa de la ciencia ficción al thriller y se auto impone un reto formal enorme: está contada prácticamente en tiempo real y todo transcurre en una pantalla de ordenador; lo que ocurre se ve en diversas ventanas de cámaras digitales, skype y programas similares que se abren y se cierran constantemente, de ahí el título “ventanas abiertas”.
La peli cuenta la historia de un blogero de cine (Elijah EWood) que gana una cena con la actriz de moda (Sasha Grey) mediante un concurso online. La actriz decide cancelar la cena de mala manera en el último momento y alguien que afirma trabajar para la estrella, indignado por la actitud de su jefa, le ofrece al fan una compensación tan atractiva como inquietante. A partir de aquí, se desarrolla una enrevesada historia de crímenes y engaños de todo tipo en la que nada es lo que parece.

La primera hora es impecable: intensa, emocionante, divertida, impredecible y todo funciona; Sasha Grey y Elijah Wood están estupendos, el malo da miedo, en cada plano ocurre algo relevante en la historia y las escenas de tensión te mantienen al filo de la butaca, en especial la de la casa de la protagonista, tan perturbadora como excitante. Después, llega el último acto, lleno de giros de guión y cada uno con menos sentido que el anterior. Llega un momento en que lo mejor que se puede hacer es no pensar mucho en los detalles y dejarse llevar por las emociones, que nunca desaparecen, pero vaya primera hora… hacía tiempo que no lo pasaba tan bien en una sala de cine. 

Se ha dicho que las principales influencias de esta película son “La Ventana Indiscreta” y su director, el inigualable maestro Alfred Hitchcock, pero Vigalondo afirma que se ha inspirado más en Brian de Palma y en sus thrillers más personales y disparatados (“Femme Fatale”, “Doble Cuerpo”, “Impacto”…), que en realidad son relecturas juguetonas y tramposas de las películas del director de “Psicosis”. En estos thrillers de de Palma, que a mí me encantan, son muchos más importantes los trucos y no dar respiro al espectador que el hecho de que al final la historia sea coherente y creíble. Son un juego con dos objetivos muy claros: divertir y, a la vez, engañar al espectador, y este es el espíritu de “Open Windows”.

“Open Windows” no es una peli perfecta, y no le hace ninguna falta serlo porque es novedosa y entretenidísima; la obra de un autor enamorado de los géneros (terror, thriller, ciencia ficción…) que transmite y contagia su pasión a base de sorprender y divertir al espectador. Aún con su disparatada última media hora, “Open Windows” realmente merece la pena. Da gusto tener a un contador de historias como Vigalondo en España. A ver de qué va la siguiente.

LOS VIAJES EN EL TIEMPO DEL CINE

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De lo que llevamos de verano, lo mejor que se ha estrenado ha sido “X-Men: Días del Futuro Pasado” y “Al Filo del Mañana”, dos películas de viajes en el tiempo, un subgénero que suele dar películas interesantes, y también algún que otro bodrio. Vamos a repasar las películas más significativas de esta temática de los últimos años.

La clásica: REGRESO AL FUTURO (1985)

Una de las mejores, y más disfrutables, películas de puro entretenimiento de todos los tiempos. Todos la hemos visto y a todos nos encanta y es que la historia, muy buena y divertidísima, tiene el perfecto balance de comedia, aventuras y ciencia ficción. Los personajes son geniales; pocos actores han conseguido el carisma de Michael J. Fox y Christopher Lloyd en esta película y la banda sonora, inolvidable, transmite un buen rollo increíble. Su enorme éxito propició dos secuelas que se rodaron a la vez. La segunda parte es mi favorita de las tres; juega mucho con la teoría de que un cambio en el pasado puede tener consecuencias devastadoras en el futuro. La tercera parte, en clave de western, es la peor de la tres, pero sólo por el cariño que se tiene a los personajes, se ve la mar de a gusto y el final está muy bien. Mi escena favorita es el final de la primera parte; Doc, que acaba de venir del futuro, recoge a Marty para volver al año 2015 y solucionar una situación muy delicada. Ante la sorpresa de Marty, Doc le dice: “donde vamos, no necesitamos carreteras”, la máquina del tiempo se eleva, vuela hacia nosotros y la pantalla se funde en negro. Simplemente perfecto.
No sé cómo van en Nike y en Mattel, pero tienen hasta el año que viene para sacar las zapatillas con robocordones y el patinete volador.


La pastelada: CUESTIÓN DE TIEMPO (2013)

Richard Curtis, el guionista de “Cuatro Bodas y un Funeral” y “Notting Hill”, y director de “Love Actually”, escribe y dirige esta deliciosa comedia sentimental en la que su protagonista, al igual que el resto de varones de su familia, es capaz de volver a cualquier momento de su vida y cambiar sus acciones, pero como en toda buena historia de viajes en el tiempo, siempre hay una pega a la hora de alterar el pasado. Como en todas las películas de Curtis, hay comedia, amor, no sólo romántico; la relación entre el protagonista y su padre es realmente bonita, y un poquito de drama para encogernos el corazón. Pasó muy desapercibida en los cines, pero “Cuestión de Tiempo” es una peli divertida, emotiva y con un enfoque original sobre los viajes en el tiempo. Muy recomendable.


La paradójica: TERMINATOR (1984)

Otro clásico de ciencia ficción, que lanzó al estrellato a Arnold Schwarzenegger y a James Cameron. En el futuro, las máquinas se han rebelado contra la humanidad y sólo un hombre, John Connor, es capaz de hacerles frente. El programa que domina las máquinas, Skynet, envía a un terminator al pasado para que mate a la madre de Connor antes de que éste nazca. Al mismo tiempo, la resistencia humana envía a un humano para que proteja a la mujer. El protector y la madre se enamoran y éste resulta ser el padre de Connor, lo cual no es posible; entendiendo el tiempo como una línea, como explica Doc en “Regreso al Futuro 2”, la existencia de alguien no puede depender de algo que haga en el futuro, ya que primero va el pasado y luego el futuro, y si John Connor tiene que enviar a su propio padre al pasado para que lo sea, nunca llegaría a nacer en un primer momento, por lo que nunca podría llegar a enviarlo. Si pasamos por alto este enorme fallo en la historia, “Terminator” es una gran película de acción y ciencia ficción, trepidante y con una historia que en su día fue muy novedosa: el enfrentamiento entre máquinas y humanos. 7 años más tarde se estrenó “Terminator 2”, más grande, mejor, sin paradojas y con Schwarzenegger haciendo de héroe. Hubo más secuelas, pero para mí no cuentan; Terminator es James Cameron. Sin él involucrado en nada, no me vale.

La rarita: 12 MONOS (1995)
Terry Gilliam siempre ha contado historias extrañas en películas raras. A veces con gran éxito, como en “Brazil”, pero otras veces se ha pasado de rosca (“Tideland” o “El Imaginario del Doctor Parmasus”). Con “12 Monos”, el ex Monty Python, hizo su mejor y más accesible película, sin dejar a un lado ese tono bizarro que le caracteriza como director.
En un futuro apocalíptico, la raza humana vive bajo tierra debido a un virus letal que fue liberado por un grupo terrorista-ecologista en los 90. Un hombre (Bruce Willis) es enviado a esa época para investigar lo sucedido, pero es tomado por loco y le encierran en un manicomio. Con esta historia de ciencia ficción bajo el prisma de “Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco”, Gilliam realiza una interesantísimo y rebuscado laberinto con un final brillante y sorprendente. Además, “12 Monos” tiene un gran reparto. Pocas veces Bruce Willis ha estado mejor, y fue aquí cuando apareció totalmente calvo por primera vez. Brad Pitt, que en esos años intentaba que se le viera como algo más que un guaperas, interpreta a un loco y consiguió una nominación al Óscar por este divertido papel, y ver a Madeleine Stowe siempre es un placer. Ésta no es la única película sobre viajes en el tiempo de Terry Gilliam; también dirigió “Los Héroes del Tiempo”, que está muy bien.


La que parece que no es de viajes en el tiempo:
ATRAPADO EN EL TIEMPO (1993)

“Atrapado en el Tiempo” es una película de viajes en el tiempo camuflada dentro de una comedia romántica. Bill Murray interpreta a un cínico muy capullo que, sin saber cómo ni por qué, repite el mismo día una y otra vez, como Tom Cruise en la reciente “Al Filo del Mañana”.
Murray empezará aprovechándose de la situación y de aquellos que le rodean. Luego pasa por una época oscura, hasta que empieza a enamorarse de Andie McDowell y terminará aprovechando las circunstancias para convertirse en la mejor persona que puede llegar ser. Lo que hace a esta peli diferente y única en su género, es que ignora los elementos de viajes en el tiempo y no da ninguna explicación sobre lo que pasa, algo que podría hacer a la historia absurda y sin sentido, pero no es el caso, gracias a unos chistes divertidos y sobre todo a un reparto sencillamente genial en el que destaca Bill Murray. Éste es un papel perfecto para él y su tipo de humor, consiguiendo que lo que nos importe sea el viaje personal del protagonista, no saber qué es lo que le pasa y por qué. Toda una joyita. La dirigió el también ex caza fantasmas Harold Ramis (el alto de gafas), que falleció hace ya unos meses.


La comedia de estar por casa:
PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE VIAJES EN EL TIEMPO (2009)

Divertidísimo telefilm producido por HBO y BBC. Cuenta la historia de tres amigos, bastante pringadillos y aficionados a la ciencia ficción, que por accidente viajan al futuro cuando se están tomando unas cervezas en el bar de siempre. El trío protagonista tendrá que lidiar con futuros apocalípticos, paradojas temporales e incluso su propia muerte. Es una película hecha por y para fans del género, que ridiculiza este tipo de historias desde el respeto y el cariño. Vendría a ser lo mismo que la también británica “Shaun of the Dead” supuso para el cine de zombies: una parodia-homenaje. Al final aparece la posibilidad de una segunda parte ambientada en la temática de los universos paralelos. No parece que vaya a ver la luz, pero ojalá se animen y la saquen adelante.


La minimalista: LOS CRONOCRÍMENES (2007)

Nacho Vigalondo debutó en el cine con esta extrañísima, y muy inteligente, película de viajes en el tiempo en la que realmente menos es más. Sólo aparecen cuatro personajes en toda la película, la trama se desarrolla en prácticamente tres localizaciones y el viaje en el tiempo es sólo de unas horas, pero Vigalondo plantea un laberinto rebuscado, divertido y original que obliga al espectador a reconstruir la película en su mente y verla más de una vez para encajar todas las piezas. Cuanto menos se sepa de esta peli antes de verla mejor, así que no me queda nada más que recomendarla.


La que no es de viajes en el tiempo hasta el final:
EL PLANETA DE LOS SIMIOS (1968)

Este clásico de ciencia ficción se estrenó hace ya 46 años, así que me voy a permitir el lujo de hablar del final, pero si alguien no ha visto este peliculón, que deje de leer inmediatamente y haga el favor de verla. En un futuro cercano, unos astronautas, capitaneados por el mítico Charlton Heston, desparecen en el espacio exterior y van a parar a un extraño planeta en el que los simios dominan el mundo y los humanos son sus esclavos. En el último minuto, la película se reinventa a sí misma con una de los mejores desenlaces sorpresa de la historia del cine: Heston y su tripulación nunca dejaron la Tierra, sino que viajaron al futuro, dentro de varios miles de años, y nuestro héroe descubre que los humanos acabamos destruyendo el planeta. Un final redondo para una gran película que en su época dejó a todo el mundo helado. No confundir con el horrible remake de Tim Burton, que intentó un desenlace similar cayendo en el más absoluto de los ridículos.


La peor que se ha hecho: LA MÁQUINA DEL TIEMPO (2002)

Si hay una obra literaria clásica que sentó las bases sobre los viajes en el tiempo, ésta es “La Máquina del Tiempo”, de H.G. Wells. En el libro, un científico inglés inventa una máquina del tiempo en la que viajará a un futuro lejano (alrededor del año 800.000) en el que los humanos están sometidos por una raza de criaturas que viven bajo tierra. El científico se convertirá en el líder de los humanos y luchará contra los opresores. En 2002, el propio nieto del autor, Simon Wells, dirigió esta horrorosa adaptación cinematográfica. Con una historia mal contada, unos personajes nada interesantes y unos efectos especiales ridículos, el mayor acierto de este desastre es que dura menos de 90 minutos. De hecho, acaba en un momento en el que piensas: “bueno, igual ahora mejora un poquito…” y de repente termina, pero pensándolo bien, es todo un alivio que acabe. Si H.G. Wells viviera, le daría un buen collejón a su nieto.
No es la única adaptación de la obra de Wells. En 1960 se estrenó “El Tiempo en sus Manos”, que está mucho mejor, pero se le notan los más de 50 años que tiene. Muy recomendable, pero para fans de las pelis de ciencia ficción antiguas